B.2. MECANISMOS DE FORMACIÓN.


Los coloides en alimentos se pueden formar por diferentes métodos mecánicos, eléctricos, químicos y enzimáticos. 
       
SOL.

      La formación de soles alimenticios comporta el proceso de agregación de las moléculas para formar micro y macropartículas, la dispersión  o bien un proceso de peptidización por el cual la gran masa se subdivide en partículas de forma y tamaño adecuados.
Durante el proceso de agregación se ha de controlar la combinación de las moléculas para asegurar la adecuada distribución de las mismas según su tamaño y, además, la fase continua debe poseer propiedades físicas y químicas específicas para mantener la distribución apropiada al tamaño. La cristalización controlada, la precipitación isoeléctrica y la coagulación térmica son ejemplos de procesos de agrupación. Para formar cristales pequeños, se ha de crear un sistema sobresaturado o enfriar un fundido. Ocurre sobresaturación (S) cuando la relación en la siguiente ecuación es superior a 1.0.

S =            g soluto por 10g de agua a temperatura T
       g soluto por 100 g de agua a saturación y temperatura T

Al enfriar una solución, el sistema puede pasar de una zona estable (no saturada), a una metastable (ligeramente sobresaturada) y finalmente a la zona lábil (altamente sobresaturada), donde ocurre la cristalización espontánea.

GEL
    Los geles sólidos se preparan con unas pocas gomas, pectinas y gelatinas a concentración del 1% o inferiores. Puede que algunos geles se fundan (licuen) y se vuelvan a formar mediante la adición o eliminación de la energía térmica y a éstos se les ha calificado de termorreversibles. Pero los geles con enlaces covalentes entre las moléculas o partículas complejas acostumbran ser termoirreversibles.


    
 Cuando se enfrían algunos soles liófilos por ejemplo, gelatinas, pectinas, o una solución medianamente concentrada de jabón o cuando se agregan electrólitos, en condiciones adecuadas, a ciertos soles liófobos, por ejemplo: óxido férrico hidratado, óxido alumínico hidratado ó sílice, todo el sistema se cuaja formando una jalea aparentemente homogénea que recibe el nombre de gel. Se forman geles cuando se intentan preparar soluciones relativamente concentradas de grandes polímeros lineales. La formación de los geles se llama gelación. En general, la transición de sol a gel es un proceso gradual. Por supuesto, la gelación va acompañada por un aumento de viscosidad, que no es repentino sino gradual.
 
EMULSIÓN.
    El primer proceso de la formación de una emulsión es la ruptura de la masa de líquido para producir diminutas gotitas; después es necesario que se estabilicen. El método más común para preparar una emulsión es la dispersión mecánica de una fase líquida en otra. Si, por mezclado, se extiende una fracción de una fase líquida a otra, se forman dos gotitas esféricas cuando la longitud de la porción extendida rebasa la de su circunferencia (2pi r). El paso siguiente en la tarea de emulsionar es la transformación de gotas grandes en gotitas diminutas por rotura, mediante la hoja de una batidora o por tratamiento de la emulsión grosera con un molino u homogeneizador coloidal.
Para formar una emulsión se requiere un trabajo para crear nuevas interfaces. Obviamente se ahorra una gran cantidad de trabajo con la incorporación de un emulsionante al sistema. Además dos emulsionantes mejoran la formación de diminutas gotitas y disminuyen la velocidad a que dichas gotitas se funden.

ESPUMA.
   La formación de una espuma depende de la presencia de un espumante en la fase continua, antes de la dispersión del gas. Los líquidos puros y las soluciones saturadas (excepto los tensoactivos) no producen espumas. El espumante debe ser absorbido en la superficie para reducir la tensión superficial y proporcionar determinada capa superficial que resista la coalescencia de las burbujas de gas. Los espumantes se clasifican en: lípidos tensoactivos, glucósidos, derivados de la celulosa y proteínas. La selección del tipo de espumante depende de las propiedades que se deseen, como, por ejemplo, características de textura, densidad y estabilidad.
Las espumas se forman por dispersión o condensación. En el primer método, se inyecta el gas en la solución espumante a través de orificios o se introduce por batido de la solución con paletas o cintas giratorias. En el de la condensación, se disuelve gas a presión, en la solución que interesa espumar. Cuando disminuye la presión, parte del gas disuelto la abandona y se expande todo el gas del sistema para crear espuma. La presión del gas en una burbuja se expresa mediante la ecuación de Laplace:
                                             P = Pa + 4Ɣ/R
donde Pa es la presión atmosférica, Ɣ la tensión superficial y R el radio de curvatura de la burbuja. De esta ecuación resulta claro que las burbujas pequeñas tienen grandes presiones internas. El tamaño de la burbuja influye en la estabilidad y densidad de una espuma.

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